Tu mirada

para Melp

Desde antes de vernos,

éramos el uno para el otro.

Caminábamos hacia nosotros.

Nos suspirábamos sin conocernos.

Un amor impaciente ya nos esperaba.

Y sí: al vernos fue el amor.

Tus primeras palabras de amor
me las susurró tu mirada.

Aún hoy,
tu mirada me sigue enamorando.

Después de tanta ausencia 
lo único que sé

es que en tu mirada sigue viviendo mi amor.

Un bello sueño

Ahora 
después de que han pasado

los días de mi vida

y no queda nada más 
por decir o hacer,

sé que lo nuestro fue

un bello sueño 
que nunca sucedió.

Yo te haría soñar

Yo te haría

soñar
cada noche de tu vida.

Cada día

escribiría mi amor en tu amor.

Yo dejaría

mis sueños en tu piel.

Yo haría que la poesía

floreciera en tu cuerpo,

pero tú ya dejas

que los sueños de otro

sueñen tu vida.

Esta noche

Esta noche será triste.

Será una noche oscura

y la habitarán silencios.

Será una larga noche.

Esta noche el amor 

nos echará en falta

como todas las noches.

La búsqueda del amor

Ni en el Caribe, 
ni en el Pacífico,

ni a orillas del Guadalquivir,
tampoco al borde del Garda
ni asomado al Cantábrico
encontré a la mujer
que me amara como soy.
Navegué muchos mares
en busca de ese amor definitivo
que creía para mí.
Ahora soy un náufrago
que nada en mares de soledad,
en antiguos besos, 

en ausencias,

en lejanas presencias

y en miradas que no olvido.
Pero nunca llegué a ella.
Mi vida entera busqué 
a una mujer que me amara siempre,
pero no era para mí.

Poema de amor a orillas del Garda

Sé que te encanta 
que escriba historias de amor 
en tu piel.
Y a mí besar trémulo
cada una de tus pecas,
desandar con mis manos tu geografía
en busca del cielo
y al final sumergirme
hasta lo más profundo de ti
y dejar volar
mil pájaros enamorados.
Ahora que hemos regresado 
de la  soledad, 
que el tiempo
nos ha dejado en brazos del otro,
sé que he vivido
para este instante
en que despiertas de mis sueños
y con tanto amor
empiezas a escribir tu vida en mi vida.

Tu mirada

para Melp

Tu mirada

que yo pretendo que sea mía,

que parece que me quisiera,

que habla conmigo,

que sin decir nada lo dice todo.

Tu mirada

que es como tu vida,

como el amor cuando florece,

que se queda mirándome

y no me olvida.

Tu mirada

por la que yo madrugo

y por la que no quiero irme a dormir.

Tu mirada  que es el comienzo 
de todos mis placeres

y de todas mis angustias.

Tu mirada, en fin,

donde naufragan mis tristezas

y yo resucito cada día.

Preciosa

Te miro, te miro siempre, porque eres preciosa. Tu belleza, cuando nos miramos, es la perfección. 

Cuando me miras me quitas la tristeza y muero por quererte. 

Lo mejor de ti es tu mirada. Es que en tu mirada estás tú. En ella te escucho, te siento, te intuyo, te sé triste o alegre. Tu mirada no habla de un instante, sino de toda tu vida. 

Tu mirada me enloquece, me hace caer rendido entre tus brazos; tu mirada es de mujer y de niña, dice que te quiera, hace que quiera decirte cada tarde cosas lindas. Tu mirada siempre está en mi corazón.

Mi vida vale la pena, porque soy todo en tu mirada.

La última vez

Si yo hubiera sabido 
que era la última vez
¿qué hubiera hecho distinto?
¿qué hubieras hecho tú ?
Pero no lo sabíamos
y esa última vez
fue como una vez más,
como tantas veces que pensamos
que lo maravilloso
era lo obvio, tan nuestra
como el aire, el sol 
y el cielo azul de julio.
Pero era la última vez
y no volvimos a despertarnos
de nuestro destino,
de nuestra interminable lejanía.
Si hubiéramos sabido
¿qué hubiera sido de los dos?
Pero no lo sabíamos.

Olvidarte

Te olvidaré
a cada instante, cada minuto,
cada hora, cada día,
cada semana, cada mes,
cada año.
Te olvidaré sin falta
todos los días de mi vida.
Prometo olvidarte siempre.

Sueño

Sueño

con ser el amor

de cada día de su vida,

el que ama

sus sueños con sus noches.

Sueño

ser la razón para que ella

nunca más quiera despertar sola.

Quiero ser,

aunque sea una vez,

uno de sus sueños.

El silencio y el enamorado

Sin matarme,

con tu silencio 
me matas.

En el silencio 
me muero

sin morirme.

En el silencio 
vivo;

y si vivo, 
en tu silencio 
estoy muriendo.

Un amor tan cerca y tan lejos

Quererte
de arriba a abajo,
imaginarte en mi memoria 
como los pájaros
que emigran en otoño.
Vivir el día en tu ausencia
escuchar tu silencio
desandar la noche
recordar tu risa y tu mirada
sentir tus rizos jugueteando en mi cara.
Soñarte, 
sumergirme en ti
loco de amor, no dejar de amarte.
Mirarte,
oír tus alas, el vuelo de tu risa 
y subir subir subir al cielo
mirar el horizonte infinito
y no tener alas para cruzarlo 
y anidar el amor en tu mirada.

La felicidad

Primavera florida,

sonrisa de la vida,

guiño del verano,

mar de sueños,

suspiro detenido en tus ojos,

mirada del cielo azul,

lluvia de posibilidades,

corta eternidad

por la que todos vivimos,

por la que todos esperamos.
Breve instante en que todo vale la pena,
esa es la felicidad.

Poema brevísimo

Amor, 
no tenías defectos.
Salvo uno: 
no existías.