Ya
no creemos;
ya no queremos;
ya no somos;
ni
siquiera en la imaginación
queda algo del otro.
Tú
me llevas en tu olvido.
Hemos dejado de inventar
el amor, los deseos y las palabras.
En mí sigues
como
un río que me divide
y
me lleva hacia otro yo
que
ya no se parece a mí.
Nos hemos dejado por otro amor,
por otros deseos y por otras palabras.
por otros deseos y por otras palabras.
No dejes nunca de soñar...¡y de escribir!
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