De
mí
quedan
un par de besos
en
la memoria de una muchacha
que
se enamoró de mi juventud,
unos
cuantos poemas
en
algún cajón olvidado,
algunas
tardes al sol,
muchas
lecturas,
mi
acento bogotano,
mi
risa que aún me sigue,
el
mar de un lejano verano,
la
lluvia de los páramos
y
este otoño irrepetible.
Pero sé
que todo valió la pena,
porque un día mi vida se despertó
entre
tus sueños.
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